Ícaro - Símbolo de la arrogancia

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Stephen Reese

    Ícaro fue un personaje menor en la mitología griega, pero su historia es ampliamente conocida. Fue el hijo de uno de los hombres más ingeniosos de la Antigua Grecia, Dédalo Aquí se ve un poco más de cerca.

    ¿Quién era Ícaro?

    Ícaro era el hijo del gran artesano Dédalo. No hay muchos informes sobre quién era su madre, pero según algunas fuentes, su madre era una mujer llamada Naucrate. Ícaro era la mano derecha de Dédalo, apoyando a su padre y ayudándole cuando el famoso artesano construyó el laberinto del rey Minos.

    El laberinto

    El laberinto era una intrincada estructura que Dédalo e Ícaro crearon a petición de Rey Minos para contener el Minotauro Esta criatura era el hijo del toro cretense y de la esposa de Minos, Pasífae, una temible criatura mitad toro mitad hombre. Como el monstruo tenía un deseo incontrolable de comer carne humana, el rey Minos tuvo que encarcelarlo. Minos encargó a Dédalo la creación de la intrincada prisión para el Minotauro.

    Encarcelamiento de Ícaro

    Tras crear el laberinto para el rey Minos, el gobernante encarceló a Ícaro y a su padre en la sala más alta de una torre para que no pudieran escapar y compartir los secretos del laberinto con los demás. Ícaro y Dédalo empezaron a planear su huida.

    La fuga de Ícaro y Dédalo

    Como el rey Minos controlaba todos los puertos y barcos de Creta, a Ícaro y a su padre no les habría sido posible huir de la isla en barco. Esta complicación llevó a Dédalo a utilizar su creatividad para idear una forma diferente de escapar. Dado que estaban en una torre alta, Dédalo tuvo la idea de crear unas alas para que pudieran volar hacia su libertad.

    Dédalo utilizó un armazón de madera, plumas y cera para crear los dos juegos de alas que utilizarían para escapar. Las plumas eran de los pájaros que frecuentaban la torre, mientras que la cera se tomaba de las velas que utilizaban.

    Dédalo le dijo a Ícaro que no volara demasiado alto, ya que la cera podría derretirse con el calor, y que no volara demasiado bajo porque las plumas podrían mojarse con el rocío del mar, lo que las haría demasiado pesadas para volar. Tras este consejo, los dos saltaron y comenzaron a volar.

    Ícaro vuela demasiado alto

    Las alas fueron un éxito, y la pareja pudo volar lejos de la isla de Creta. Ícaro estaba muy emocionado por poder volar que olvidó los consejos de su padre. Empezó a volar cada vez más alto. Dédalo le dijo a Ícaro que no volara demasiado alto y le rogó, pero el joven no le escuchó. Ícaro siguió volando alto. Pero entonces el calor del sol empezó a derretir la cera queCuando la cera se derritió y las alas se rompieron, Ícaro cayó al océano y murió.

    En algunos mitos, Heracles estaba cerca y vio a Ícaro caer en picado al agua. El héroe griego llevó el cuerpo de Ícaro a una pequeña isla y realizó los correspondientes ritos de enterramiento. La gente llamaría a la isla Icaria en honor al muerto Ícaro.

    La influencia de Ícaro en el mundo actual

    Ícaro es una de las figuras más conocidas del mito griego actual, símbolo de la arrogancia y el exceso de confianza. Ha sido representado en el arte, la literatura y la cultura popular como una lección contra el exceso de confianza y la desestimación de las palabras de los expertos.

    Un libro de Peter Beinart, titulado El síndrome de Ícaro: una historia de la arrogancia americana, utilizó el término para referirse al exceso de confianza de los estadounidenses en sus capacidades en el ámbito de la política exterior y cómo eso ha llevado a numerosos conflictos.

    En el ámbito del psicoanálisis, el término Complejo Icarus se utiliza para describir a una persona excesivamente ambiciosa, alguien cuya ambición va más allá de sus límites, lo que le lleva a una reacción.

    El dicho "no vueles demasiado cerca del sol se refiere a la imprudencia y el exceso de confianza de Ícaro, advirtiendo del fracaso por falta de precaución a pesar de las advertencias.

    Incluso cuando contemplamos la vida de Ícaro y las lecciones que encarna, no podemos evitar empatizar con él, ya que su deseo de volar más alto, de aspirar a más, le hace verdaderamente humano. Y aunque sacudamos la cabeza ante él, sabemos que su entusiasmo y su temeridad podrían haber sido también nuestra reacción si tuviéramos la oportunidad de volar alto.

    En resumen

    Aunque Ícaro fue una figura menor en el conjunto de la mitología griega, su mito traspasó la antigua Grecia para convertirse en una historia con moraleja y enseñanza. Debido a su padre, tuvo que ver con la famosa historia del Minotauro. La muerte de Ícaro fue un acontecimiento desafortunado que daría a conocer su nombre.

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    Stephen Reese es un historiador especializado en símbolos y mitología. Ha escrito varios libros sobre el tema y su trabajo ha sido publicado en diarios y revistas de todo el mundo. Nacido y criado en Londres, Stephen siempre tuvo un amor por la historia. De niño, pasaba horas estudiando detenidamente textos antiguos y explorando antiguas ruinas. Esto lo llevó a seguir una carrera en investigación histórica. La fascinación de Stephen por los símbolos y la mitología surge de su creencia de que son la base de la cultura humana. Él cree que al comprender estos mitos y leyendas, podemos comprendernos mejor a nosotros mismos y a nuestro mundo.